Cualquiera que esté inscrito en un gimnasio o que alguna vez haya perseguido un objetivo de entrenamiento conoce este problema: Al principio del entrenamiento uno observa con gran rapidez progresos significativos en forma de crecimiento muscular, aumento de fuerza o pérdida de peso, hasta que, tras ciertas sesiones, se llega a un punto de estancamiento en el que ya no se avanza más. ¿Cuál es el motivo? Uno entrena tanto como antes, pero el efecto del entrenamiento es menor y termina por no darse.